Aqui os dejo este interesante escrito facilitado por "CNI instaladores", en donde nos habla de los huesos de aceitunas.
Las viviendas nuevas están obligadas por el Código Técnico
de la Edificación, a instalar placas solares y mejorar los
sistemas de aislamiento y calefacción. Esto reduce hasta un
55% de las emisiones de CO2 y un 40% el gasto energético.
Algunos edificios ya emplean calderas para calefacción
y A.C.S. que funcionan con biomasa (huesos de aceituna o
cáscara de almendra, por ejemplo). El CO2 que desprenden,
las calderas y los coches, entre otros contaminantes, provoca
importantes afecciones respiratorias y circulatorias, además
de ser causantes del efecto invernadero.
Cada ciudad mediana emite por término medio, una tonelada
de dióxido de carbono CO2 al año por habitante. Contabilizando
sólo el gasto doméstico de energía y calefacción. Para
reducir este consumo y la correspondiente contaminación, los
Ministerios de Industria, Medio Ambiente y Organizaciones
Ecologistas, recomiendan poner el termostato de su calefacción
alrededor de 200C y apagarla por las noches. Algunas
comunidades de vecinos con calderas colectivas, han instalado
termostatos individuales en cada vivienda, para que los
inquilinos regulen la temperatura a su antojo.
Según el Plan de Energías Renovables 2005-2010, del
Gobierno (PER), el 12,1% del consumo de energía primaria
en el año 2010 será abastecido por estas energías. El Plan
ha sido elaborado con el propósito de reforzar los objetivos
prioritarios de la política energética que son la garantía de
la seguridad y calidad del suministro eléctrico y el respeto al
medio ambiente y con la determinación de dar cumplimiento
a los compromisos de España en el ámbito internacional
(Protocolo de Kioto, Plan Nacional de Asignación) y a los que
se derivan de nuestra pertenencia a la Unión Europea, han
de permitir reducir nuestros consumos de energía y aminorar
nuestra dependencia energética del exterior, al tiempo que
contribuirán de manera esencial a reducir la contaminación.
Las aplicaciones de ciertos elementos de desecho de materiales
naturales, de diversas actividades industrial, como los
huesos de las aceitunas, las cáscaras de las almendras, serrines
compactados,
en grandes
cantidades o de
la conservación
de los bosques,
agricultura, etc.
ya se están empleando
de forma
rentable en la producción
de calor, para
calefacción y A.C.S. en comunidades
de vecinos con instalaciones
centralizadas, en viviendas unifamiliares
tipo chalet, en urbanizaciones con sistemas centralizados,
etc., especialmente aquellas que antes utilizaban carbón y
con pequeños cambios, las de gasóleo, siendo sustituidas
por calderas que queman huesos de aceituna, cáscaras de
almendras o “pellets”, serrín u otros vegetales comprimidos,
con una gran rentabilidad para los usuarios, ahorro de combustibles
fósiles y reducción notable de la contaminación y
efecto invernadero.
Entre otras y sólo como ejemplo, 300 viviendas de Madrid
capital, confían ya en la biomasa de huesos de aceituna
como fuente de energía para su calefacción y agua caliente,
sustituyendo al carbón, gas o gasóleo porque éste combustible,
natural y de origen no fósil, es de carácter ecológico y
su nivel de contaminación es nulo porque la quema de estos
restos vegetales si bien la combustión de gas, gasóleo y carbón
emite, sólo emite el CO2 que absorbió el olivo, almendro
u otros durante su vida a través de la fotosíntesis, con lo cual
supone un ciclo neutro en la atmósfera.
Resulta una fuente de energía inagotable pues sólo con
los huesos de aceitunas procedentes de la fabricas españolas
de aceite que ascienden a 2,5 millones de toneladas anuales,
podría suministrarse calor a 1,5 millones de hogares. Si a esa
cantidad se le añaden, por ejemplo, los 4 millones de toneladas
de cáscaras de almendras y pepitas de uva, que produce
España, que se pueden utilizar también como combustible,
un total de 4,2 millones de viviendas podrían ser caldeadas
con este tipo de biomasa.
A diferencia de los altos precios del gasóleo, que en los
últimos tres años ha duplicado su valor, los huesos de aceitunas
y la biomasa en general, no está sujeta a crisis internacionales
ni a las decisiones de otros países y una mala
cosecha, como puede ser la de este año de tanta sequía,
apenas ha supuesto encarecimiento de los huesos de aceituna
en un 2%.
Las calderas de biomasa actualmente son incluso superiores
en prestaciones a las de gasoil, gas o carbón existiendo
en el mercado máquinas que llegan al 94% de rendimiento
capaces de controlar hasta 50 vías de agua y el gasto de
cada una. Tienen limpieza automática y una tecnología que
detecta y modula todo su funcionamiento
Saludos.
El rock nunca morira.,.-24
